"Cuando se piensa en un museo, nos vienen a la mente lugares como el Smithsonian, Tate Modern, el Louvre, el Egyptian Museum o la National Gallery of Victoria. Los museos son espacios educativos que utilizan artefactos y exposiciones para dar vida al pasado. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una nueva forma de museo: el museo de los derechos humanos. Estos espacios tienen un doble propósito: educar y advertir. Mediante fotografías, objetos y exposiciones interactivas, los museos de derechos humanos examinan las violaciones del pasado y recuerdan a los afectados. Los visitantes se van con más conocimientos y comprensión, pero la principal esperanza es que estos museos provoquen empatía. La empatía es una pieza clave para prevenir futuras injusticias. 

Los museos de derechos humanos también suelen ser polémicos. Qué violaciones de los derechos humanos se conmemoran, cuánto espacio se da a ciertos acontecimientos y si ciertas exposiciones son explotadoras son preocupaciones comunes."