"¿Cómo cambiarías uno de nuestros museos para contar historias sobre el cambio climático? Esa fue la pregunta que planteamos a las 24 personas que participaron en nuestro primer Hack climático... A lo largo de tres días desafiamos a cuatro equipos a realizar un prototipo de exposición o muestra que se instalaría en uno de nuestros museos: el Museo Polar, el Museo de Zoología, el Museo Whipple de Historia de la Ciencia y el Museo de Arqueología y Antropología (MAA). Cada equipo contaba con una combinación de creadores y artistas cualificados, personas que lo saben todo sobre el público y alguien con un buen conocimiento de la ciencia medioambiental o del impacto del cambio climático en diferentes personas. Con las fantásticas instalaciones del Cambridge Makespace como base, había muchas posibilidades y no teníamos ni idea de lo que los equipos iban a idear. Ceder el control de lo que va a nuestros museos fue un poco aterrador y a la vez muy emocionante, sobre todo porque invitábamos al público a entrar en los museos para ver las creaciones finales de los equipos".